09 February 2017

Cambio, Transformación y Supervivencia

Cuando las condiciones del entorno varían, la transformación se hace necesaria para adaptarnos a ellas. Esta adaptación requiere conocer las características del nuevo entorno, entender los motivos por los que se produce el cambio y adecuar la forma de actuar a la nueva situación. Modificaremos nuestros hábitos y luego, éstos se convertirán en nuevos instintos, momento en el que nos habremos transformado, habremos evolucionado. Ante un cambio, ya no es posible resolver las nuevas situaciones que se producen con métodos antiguos, aunque estos en su momento pudieran ser infalibles. Las personas o empresas que no se hayan adaptado al cambio no entenderán los motivos por los que éstos han dejado de funcionar y se sentirán frustradas, confusas, desorientadas y en su desesperación tomarán decisiones equivocadas.

Actualmente, estamos inmersos en un cambio de condiciones (políticas, empresariales, humanas,…) y sólo aquellas personas y, por ende, aquellas empresas (como grupo de personas que son) que sepan adaptarse, sobrevivirán. La aparición de nuevos actores con nuevas formas de trabajar en sectores tradicionales (banca, finanzas, seguros, automoción,…) están tomando el relevo de empresas con mucha más experiencia. Sólo aquellas que sepan transformarse apostando por una visión innovadora del presente podrán vivir en la nueva era donde la interconexión entre mundos reales y virtuales, personas y máquinas, será constante y, en algunos casos, confusa, no sabiendo dónde acaban unos y dónde empiezan los otros.

Las transformaciones son más rápidas cuando no hay cargas asociadas que impidan el cambio, que nos aten al pasado. Por eso, las personas jóvenes o las empresas nuevas, startups (generalmente sin capital ni histórico) son las que más rápido se adaptan, se transforman, sin embargo, no tienen por qué ser las que mejor lo hagan. Pero, ¿cómo puede una empresa consolidada con una importante cartera de activos y capital adaptarse a un cambio brusco de condiciones? Estas empresas deberán conseguir un equilibrio entre lo que son y lo que deberán ser, entre el pasado y el futuro. Deben mantener las estructuras y establecer "innovaciones acumulativas" en sus procesos, en su organización interna,... que les permitan mejorar de forma inmediata aprovechando su inercia, y simultáneamente deben estar abiertos a la disrupción, a la "innovación disruptiva", que transforme sus procesos, su organización interna… las empresas consolidadas deben hacer uso de sus activos para afrontar la transformación, aprovechando la sinergia y el conocimiento de sus empleados, para dirigir a la compañía en la dirección adecuada.

Las empresas que basen la transformación en los resultados que un área de innovación independiente pueda incluir dentro del portfolio, tardarán en transformarse y posiblemente vivirán un mayor número de fracasos en forma de productos bien concebidos, pero que no se integrarán en el core de la organización. La transformación liderada de forma transversal en la empresa, esponsorizada por la dirección y con libertad para crear nuevas estructuras, nuevas soluciones y nuevos procesos adaptados a las nuevas condiciones, tendrá más posibilidades de efectividad y éxito.